
La verdad
Mi verdad no es tu verdad, ni tu verdad la mía y ninguna la completa verdad, pues todo hay que verlo desde el ángulo de quién lo mira. La verdad de una persona puede ser mentira en la otra. Tu verdad de hoy quizá sea mentira mañana.
Comparto aquí contigo mis experiencias y reflexiones, con la esperanza de que puedan ayudarte o servirte de inspiración de algún modo.
Mi verdad no es tu verdad, ni tu verdad la mía y ninguna la completa verdad, pues todo hay que verlo desde el ángulo de quién lo mira. La verdad de una persona puede ser mentira en la otra. Tu verdad de hoy quizá sea mentira mañana.
Discurro en solitario por caminos abarrotados de gentes e historias. En mi soledad me comparto con el que marcha a mi ritmo. De pronto él acelera y desaparece, decrece mi velocidad y amanezco rodeada de otros seres, que acompañan mi tránsito por esta vía.
“Yo predigo, que si te cuidas y tratas con cariño, si estás mejor contigo misma, todo a tu alrededor estará bien. Debes crearte las predicciones tú misma, nadie tiene derecho a decirte cómo va a ser lo que vas a vivir”.
Si vuelvo al AMOR, podré dar respuestas conscientes a lo que aparezca en mi camino. Si confío en la VIDA, cada tropiezo lo veré con menos tristeza, pondré menos resistencia y hallaré los recursos necesarios para salir de ese momento más rápido, con más energía, fortalecida.
Si cada uno nos damos cuenta de que podemos ser felices por nosotros mismos, de que parte de la felicidad está en nuestro interior, nos sentiríamos más plenos, más felices, más libres.
La música forma parte de nuestra vida, la llevamos incorporada, casi de serie. Nos levanta por la mañana en la melodía del despertador, nos ilumina en forma de mensaje en el móvil, nos alumbra cada vez que seleccionamos un tema para reproducir.
En el silencio de tu mente, quedas al servicio de lo que vaya por ella pasando. De pronto, se te ocurre que quizá haya otros lugares donde vivir, otros sitios, con diferentes habitantes,…
Cada vez que el chamán pronunciaba sonido, de su cuerpo emanaba una especie de onda que se expandía. Los animales comprendían. Aquella era una imagen espectacular, asombrosa y mágica, aunque muy real. Tan real como el agua de los ríos y la hierba del campo.
¿Has abierto la caja de regalos que trajiste al nacer?, ¿has comenzado a usar tus virtudes, tu brillo, tus talentos?, ¿has explorado tu mundo y rellenado los huecos que había en ella con cualidades nuevas?
Dejamos de crear conscientes, para componer historias grisáceas, olvidando esos otros miles de millones de colores que hay, más allá de los que vemos en un arcoíris.
Mª José Malleiro Zorzano
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