Aquí las confesiones de un loco que vive en lo incierto,
o ¿será que lo cierto es más loco
que el loco que escribe este cuento?
Las aguas errantes recorren la senda,
caminos intrincados llevándote hacia el centro,
descartados izquierda y derecha, mejor por el camino del medio.
Cada rato más loco y retorcido este cuento.
Del alba al ocaso, pasando por el mediodía,
se aventuran mil locuras en esta poesía
que se enreda sin vereda, a ver qué final encuentro.
A la luz de la luna, el loco silba la nana que le cantaban a él,
adormeciendo el miedo que quiere aparecer.
Fuera llueve, los árboles se abandonan al clima.
Cada hoja se mece al viento, que me acompaña ahora,
mientras escribo locuras sobre un loco que vive en el cuento.
Un día quería llenar un vacío que siente,
y fue a una tienda de “chucherías”.
Lo que más le gusta son los sobres sorpresa.
Valen cinco euros, no sabe lo que va a encontrar,
y ese punto de misterio le encanta.
Nunca le han defraudado,
siempre aparece en el sobre
lo que necesitaba en ese momento.
Marcha camino abajo, de regreso a casa,
a sentarse en su sofá, después del paseo.
Calienta agua y bebe una infusión,
en este día de otoño que parece invierno,
por el frío que hace, y ¡que loco el viento!
Abre el sobre sorpresa, quizá dentro encuentre la pista
para salir de la locura que lo embriaga.
Fin del cuento del loco.
…..
Me he quedado con la intriga (dolor de barriga).
¡¿Qué tendría el sobre sorpresa dentro?!
Señora escritoooora, por favor, no me puede dejar asíiiii… vuelva y siga, complete la historia loca del loco que se compró el sobre sorpresa y ¡díiiganos que había dentro!

Comparto un ejercicio para el momento:
-Y tú, querido lector, ¿qué te gustaría que hubiera dentro del sobre sorpresa si fuera para ti?
-¿Qué te vendría bien ahora mismo que albergara el sobre?
–Si pudieras pedir una sorpresa a la Vida, al Universo, a Dios, a la Esencia, a lo que tú acostumbres pedir, ¿qué sería?
–Juega conmigo, cierra los ojos, inspira profundo por la nariz y suelta por la boca. Realiza la petición de eso que quieres. Formulando la frase en positivo y siempre para bien, el tuyo y el de lo que te rodea.
¡Ah!, no he olvidado escribir lo que halló nuestro loco en el sobre, lo he dejado sin poner a propósito. Nuestro amigo encontró justo lo que tú acabas de pedir.
Nota: parte de este texto se ha extraído de mi libro “Más allá de las manos”. Puedes adquirirlo en Amazon o aquí en esta página web.
Abrazos de corazón.
Mirena