“Me cierran con mil candados, pero se olvidaron de que yo soy la llave”. Narosky, escritor argentino
Lleva tu imaginación más allá de los límites que puedas abarcar, a lugares recónditos, desconocidos y lejanos, a los que no te atreves a acceder, pues crees tan irreales que ni siquiera osas pensarlos.
Imagina que aquí y ahora te proporcionase una herramienta con la cual poder lograr llegar a esos sitios, que te entrego la llave de la VIDA y abre todo el abanico de posibilidades que habitan este mundo y todos los mundos que nos quedan por conocer.
Podrías acceder a las más avanzadas tecnologías, los más punteros medicamentos, la inteligencia que todo lo abarca.
Cambiar los lugares del planeta que se han convertido en secarrales, transformarlos en fructíferos oasis, colmados de bendiciones, sustento y sombra; achicar el agua de pantanos inhóspitos, aprovechando su potencial, convirtiéndolos en verdes prados salpicados de árboles frutales con rico alimento.
Atrévete a explorar, imagina que tienes acceso directo al vientre de tu madre mientras te estabas formando en su interior y puedes observar cómo es la vida intrauterina.
Imagina que eres el alma de la fiesta, el que da la conferencia, el que expone en la reunión, el que compone las historias, canciones o poemas, que lees en los libros de la biblioteca.
Imagina que con una aportación tuya el planeta recuerda que hemos venido aquí a aprender, que ésto es una gran escuela, donde chicos y grandes, nos graduaremos de la materia más esencial del mundo: el amor.
Imagina que ya no importan las razas, ni el dinero, ni las formas que cada uno tenemos, lo importante es lo que somos, lo que llevamos en nuestro corazón.
Imagina que eres capaz de decirle que le quieres, y responde que también te ama a ti.
Imagina que eres un gran cantante de ópera, reconocido mundialmente y das espectaculares conciertos; o un actor de renombre mundial, que va de gira por Norteamérica y Europa.
Imagina que has desarrollado todas las virtudes que traes en esa mochila que es tu cuerpo y tu vida, y las usas para tu felicidad y la felicidad del que te rodea.
Imagina, que has aprobado las oposiciones y te ha tocado un puesto al lado de casa, con unos compañeros estupendos y un fabuloso sueldo.
Imagina que con esa llave accedes a la pócima que barre las enfermedades, el hambre, la miseria, el sometimiento o el miedo.
Imagina que tienes la puerta mágica de los dibujos y puedes transportarte con ella a todos los lugares del planeta entero.
Imagina que encuentras (o ella te encuentra a ti) la casa de tus sueños, y vives plena y feliz allí, por el resto de la vida que te queda.
Imagina que existiera un botón, en el mando a distancia de tu televisión, que te permitiera ver todos los momentos importantes y bonitos de tu vida. Aquí, hoy, ahora, como si los estuvieras viviendo de nuevo.
Imagina…
Abrazos de corazón.
Mirena