El maltrato es un tema espinoso para relatar.
Antes de comenzar me gustaría dejar claro que creo que el maltrato no es solo que otros te peguen, te insulten, digan mentiras sobre ti o lancen rumores al vuelo de las redes sociales, tan de moda ahora.
Maltrato es que tú no te quieras, que no escuches las penas o los dolores, que no hagas caso del cansancio, que sigas en ese lugar que tanto daño emocionalmente te hace, que vuelvas una y otra vez a quedar con esas personas que ya no te nutren, que ya no te aportan y que encima se burlan de tus pensamientos o no te dejan participar del grupo si no tienes las mismas ideas o realizas los mismos actos que ellos.
Maltrato es también, cada vez que, mirándote al espejo te llamas “fea”, “vieja” o te dices de mala gana que no vales para nada.
Ese maltrato, el que realizas hacia ti, con saña y malevolencia, ese, también mata, poco a poco, pues apaga tu brillo y colapsa tu autoestima.
Cada cierto tiempo sale en alguna parte la noticia de que un hombre ha matado a su pareja, a veces incluso a sus hijos. Este tipo de maltrato, denominado “violencia de género”, es atroz.
Reconozco que soy una afortunada y no me encuentro en ese grupo de personas que son golpeadas y vilipendiadas por sus parejas, (o por familiares, jefes, amigos o desconocidos).
Siempre he tenido maravillosos compañeros de viaje y, por muchas discrepancias que surgieran en el devenir diario, supimos solucionarlo todo con la palabra, escrita o hablada.
Alberga mi corazón buenos sentimientos hacia todos ellos, a pesar de que tuviésemos razones variadas para no estar juntos.
Las mujeres, un buen nutrido grupo de ellas, ya no se callan, se juntan, se manifiestan, se concentran, para reclamar justicia, mejor trato por parte de las parejas, entre ellas mismas y mayor respeto de la sociedad.
También ahora los hombres han comenzado a pedir por sus derechos, porque tienen las mismas necesidades de amor, ayuda, comprensión y respeto ante el maltrato.
Creo de veras en una igualdad de derechos y oportunidades iguales entre hombres y mujeres, aunque no seamos iguales en la forma y tengamos maneras distintas de pensar y sentir, hemos de disponer de las mismas posibilidades de desarrollar nuestra mejor versión.
Los primeros que hemos de tratarnos bien somos nosotros, no podemos ningunearnos y luego salir a buscar aquello que ni nosotros mismos nos ofrecemos.
En incontables ocasiones he solapado mi brillo e inteligencia, porque no supe hacerlo de otra manera, erraba en las formas y en el fondo. Dejaba que las opiniones de los otros tuvieran más fuerza que lo que en mi interior nacía.
Quisiera ser capaz de tenerme en más consideración y quererme cada día más. Llevo muchos años en este caminar mío de acercarme a elevar la estima y a tratarme con más amor. Aún no lo he logrado del todo, he de estar atenta a lo que pienso.
La mente a veces viene a dar la lata e insiste en que no sirvo de veras, y es ahí, en esos momentos en los que aprovecho para sacar la artillería de tantas lecturas y terapias y le digo a la mente: «¡cállate ya de una vez, que eres una petarda!», «¡soy un milagro», «soy capaz de hacerlo bien».
Entonces parece que «el lobo» esconde las orejas y me deja seguir con mi trajinar diario, hasta que de nuevo vuelve a insistir en que lo hago todo mal, que no lo voy a lograr o cualquier tontunada. Ahí es cuando le vuelvo a parar los pies a la loca mente.
Me surge una duda, ¿a ti también te da la lata la mente con pensamientos de que no lo vas a lograr, que no vales, que no vas a poder?
A veces me da por pensar que soy yo la única a la que le acosa su mente.
Oye, tiene que ser duro que tu pareja te maltrate, física o verbalmente.
Encima luego la vergüenza que debe pasar la víctima, porque ese ser humano lo que quiere es ser feliz junto a su pareja, compartir caricias y besos y abrazos de tierno amor.
No se junta un ser con otro para soportar miradas de odio, palabras de desaliento y tortazos inesperados. A no ser que uno sea masoquista y le guste que le peguen, que esa es otra historia, lo normal es que todos queramos que nos amen incondicionalmente.
Poema dedicado a los que sufren o han sufrido maltrato:
Un día me olvidé de dolerme
y en ese olvido dejé atrás dolores futuros,
pasados y dolores presentes.
Estigmas guardados
en la mochila perenne,
que portamos.
Memorias antiguas,
desde los albores,
que ya cargaban nuestros ancestros.
Pasaron guerras, abusos, penas,
y aún tanto quedó sin condena.
Fueron madres, tías, hijas, guerreras.
Son hermanos, primos o tatarabuelos.
Dicen,
que hay un número importante de personas maltratadas,
tras la velada puerta de la vergüenza.
Entonces,
cuando camino y te veo,
cuando conduzco y vas en el otro vehículo,
cada vez que me das la vuelta en la tienda,…
Te miro y me pregunto:
¿Serás tú uno de ellos?
Los noticieros lo relatan,
las vecinas lo hablan,
las pancartas lo gritan,
la boca se nos llena de la sangre derramada,
de las vidas sesgadas, de las almas rotas,
de todos aquellos muertos o vejados.
No sé cuál será el modo,
la forma o la manera de solucionar el maltrato,
quizá todo parta de otra visión a la hora de educar a los hijos,
desde la preñez del vientre,
de tratarnos mejor a nosotros
y a los que tenemos enfrente.
Quizá,
desde una educación real en igualdad
de oportunidades y trato,
se pueda alcanzar
algo que ahora resulta utópico.
Quizá,
si descubrimos que somos un milagro,
y merecemos amor,
porque amor somos,
en vez de ir solapando el brillo de los otros y el nuestro,
seamos capaces de querernos infinito.
Quizá sea hora de escuchar a la VIDA,
porque ella sabe, ella, si la escuchamos,
nos guía en su eterna sabiduría hacia el bienestar.
Aquí aporto algunos teléfonos que pueden ser de interés:
016 mujer maltratada.
Atiende en 52 idiomas. Informan a las mujeres y sus familiares, conocidos, amigos y vecinos de que el maltrato no empieza con un golpe, sino con la palabra y el control. Aquí también informan a los hombres.
116111 ayuda a la infancia.
Teléfono (europeo) gratuito desde el cual se les presta ayuda a los niños necesitados de atención, permitiendo que expresen sus problemas.
900 907 830 hombre maltratado.
En este teléfono asesoran gratuitamente sobre el maltrato a hombres. También pueden llamar al 016.
91 570 87 39 Asociación Europea de Abogados de familia
Info@asociacionabogadosfamilia.com
062 maltrato animal
Teléfono del Seprona y Guardia Civil donde se podrá informar.
seprona@guardiacivil.org
Comparto aquí un libro que he creado sobre el maltrato. Se refleja el maltrato de una mujer, aunque podría ser el de un hombre. Lo escribí desde las perspectiva femenina, porque al ser yo una mujer, me ha sido más fácil. Es gratuito y puedes compartirlo con quién quieras.
Va dedicado a todos los seres humanos que han sido maltratados, en cualquier época o situación.
Comparto aquí un vídeo de mi canal. Un decreto para que cada ser humano se haga responsable de sí mismo. Si te apetece puedes dejar algún comentario en el vídeo o suscribirte al canal.
Si quieres entrar en mi canal puedes pinchar aquí: Con las Manos de Mirena
Sé que siempre te digo que eres un ser humano único e irrepetible y también te digo que te quieras mucho. Hoy especialmente te lo recuerdo. Cada vez que le digo a otro ser que se quiera, me lo estoy diciendo a mí. Así que lo dicho: quiérete, te lo mereces.
Abrazos de corazón.
Marijose (MIA)