Confía en tu propia verdad

“Un hombre no trata de verse en el agua que corre, sino en el agua tranquila, porque solamente lo que en sí es tranquilo puede dar tranquilidad a otros”. — Confucio

Un hombre no trata de verse en el agua que corre, sino en el agua tranquila, porque solamente lo que en sí es tranquilo puede dar tranquilidad a otros”.

Confucio (551-479 antes de Cristo, filósofo chino).

No te tengo que convencer de nada.

No te dejes convencer por la verdad que otro quiera imponerte.

No te dejes convencer por la verdad de nadie.

Confía en tu propia verdad.

Has nacido para ser grande.

Recorrer el camino hacia ti y ser quién eres, es lo que has venido a hacer.

Aprende a sacar al exterior tu potencial, descubre qué se te da bien y compártelo con el mundo. Sin esperar nada a cambio.

Quiérete mucho, en tu totalidad, con tus negruras y tus luces. Quererte implica, no solo gustarte, sino ser capaz de transformarte y aceptar que aunque quizá ahora estás en un momento bajo, sabes que eso pasará.

Vivimos en un constante cambio, todo pasa, nada permanece, todo avanza, en un caminar continuo que nadie puede parar.

Con cada dificultad te reinventas, creces, cambias, avanzas y confías plenamente en el proceso de la vida.

Perdonarte forma también parte de quererte y conocerte. Sé indulgente con tus fallos, no te empeñes en fustigarte con cada tropiezo.

Si quieres lograr algo, da el primer paso, aunque no sepas, aunque no puedas casi caminar. Cada vez que caminas hacia adelante, la vida se abre ante ti en un abanico de oportunidades.

Materializa lo que ronda por tu mente, dale vida, conviértelo en realidad, si lo dejas en el pensamiento, sin abrirle espacio, no servirá nada más que para hacer ruido en tu cabeza.

Cose, pinta, escribe, navega, haz punto, imparte clases, toca el piano, canta, haz teatro,…

Desarrolla y potencia lo que sabes, lo que disfrutas.

Si lo haces con la intención de un bien mayor, que beneficie al resto de seres vivientes, hallarás en tu interior las fuerzas y la ayuda necesarias para acometer tus objetivos.

El Universo conspira a tu favor, ¡recuérdalo!

Será un trabajo constante, cada día un poco.

En tu interior se forja una batalla permanente entre tus miedos y tus fortalezas. La batalla la gana la parte a la que tú alimentas y escuchas.

Confía en ti, confía en tu verdad. Una verdad que es cambiante, pues lo que hoy consideras cierto, quizá mañana sea falso.

Ábrete a descubrir nuevas verdades y deja que la vida te sorprenda.

Un abrazo desde mi corazón al tuyo.

Mirena

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