¿Qué música escuchas?
¿Qué es lo que te dices a ti y al mundo mientras tarareas o gritas alto una canción: en una fiesta, en la ducha, en una cola, camino al trabajo, en un atasco, en yoga, en los descansos de clase, en…?
¿Te has parado a pensar en ello? ¿Te has fijado alguna vez en la cantidad de barbaridades que dicen algunas letras? Esas mismas que repites en cualquier espacio o situación que se ponga a tiro.
La música forma parte de nuestra vida, la llevamos incorporada, casi de serie. Nos levanta por la mañana en la melodía del despertador, nos ilumina en forma de mensaje en el móvil, nos alumbra cada vez que nos llaman por teléfono, encendemos la radio o seleccionamos un tema para reproducir, en cualquiera de los múltiples artefactos de la amplia gama que oferta el sector audiovisual.
La traen varios de los juguetes de tus hijos, y bendita la inocencia de los angelitos, que se creen aquello de que “debe estar estropeado cariño, ya no suena”, cuando en realidad lo que has hecho es quitarle las pilas, porque no soportabas su ruido tedioso.
Aparece en los anuncios, y son tan buenos los publicistas, que cuando vas a darte cuenta, descubres a tu boca formando y repitiendo un estribillo, que muchas de las veces, ni te gusta, pero tú lo repites, porque se quedó en algún momento pegado a tu mente, y dale que dale, que no hay manera de quitarse aquello.
A veces no son canciones lo que repites, sino un eslogan, que al final viene siendo lo mismo, lo dicen en todas partes, lo escuchas en cualquier lugar, y de tanto machacar, se te engancha, como esas semillas que se pegan en la ropa en los jardines o en el campo, y tienes que dedicar un rato a sacarlas de la prenda.
Llegamos de nuevo a la pregunta inicial:
¿Qué música escuchas?
Voy a tomar como ejemplo el DESAMOR. Tema muy usado. Frases como las que siguen las cantamos sin fijarnos en el mensaje:
-”Sin ti no soy nada”
¿Cóoomo que NO SOY naadaa? Qué escándalo. Soy un ser entero, independientemente de quien me quiera o quien no. La que me tengo que querer a mí soy yo, luego si alguien me quiere a mayores, pues mira que bien. Viajamos acompañados en el querer.
-”Nunca te olvidaré”
Bueeeno, bueeeno, el tiempo todo lo cura. Hasta nos olvidamos de dónde hemos dejado aparcado el coche en el centro comercial, que para eso han inventado una aplicación muy maja que te ubica en tu plaza, por si te pierdes.
-”Sin ti me muero”
Que nooo, que noooo, que pasados los primeros efluvios del disgusto, luego lo ves todo nuevamente de colores . No es obligatorio estar al lado de otro para vivir. Descontando los bebés, los muy ancianos y los enfermos, que precisan cuidado constante, podemos recorrer nuestro camino en solitario. Si está con nosotros que sea por que le apetece, no porque tiene miedo de que me vaya a morir.
-”El amor es la espera sin límites”
¿Sin límites? Un poco está bien esperar, por eso de la educación y la bondad. Pero si vas a estar esperando eternamente a que te trate bien, a que comparta las tareas contigo, a que sea una buena persona, a que se responsabilice de su vida, a que un millón de etcéteras… pues entonces la espera no merece la pena. O quizá para ti sí. En esto, como en todo en la vida, tú eliges.
-”Te amaré como no está permitido”
Hombre, no sé, pero si no está permitido, mejor nos damos la vuelta y “Dios con todos”, como dice la expresión. Para qué complicarse la vida, ¿no?
-”Eres mi obsesión”
Obsesionarse no es bueno, ni por una persona, ni por un animal o una cosa. No y no. Déjate de obsesionarte, que eso desgasta y despeina el alma. Si te pillas obsesionado revisa lo que sientes, toma consciencia de tu momento presente y escucha tu corazón.
-”Como en cualquier amor, el primer mes fue el bueno”
No sé yo, si duró nada más que un mes, ¿para que sigues con esa persona? Recuerda: 7.500 millones de habitantes tiene La Tierra. Di adiós y date la vuelta hacia otro lado. !!Que hay más geeeenteee!!
-”Te amaré con locura”.
Una pizca de locura tiene su punto, pero pon límite, no vaya a ser que la locura te lleve al manicomio. Se trata de darse cuenta que la vida es un “agarra y suelta”. Ahora estoy con esta persona, que me viene a mostrar unos aspectos, luego quizá no sea nuestra unión lo que toca. Hay que soltar esa pareja, de nada sirve engancharte, te hará perder una energía que puedes usar en amarte a ti o a otros.
-”Si tú me dices ven, ¡lo dejo todo!”
Partiendo de la base de que “yo soy yo y mis circunstancias”, que decía el filósofo español Ortega y Gasset, no puedo dejar nunca todo atrás, puesto que siempre va conmigo lo que he vivido. De igual manera, plantéate por qué precisas de otro para dejarlo todo. Si quieres dejar atrás algo, ¿por qué ha de haber un detonante de amor para que des el paso? Atrévete a dar el paso por ti mismo.
¿¿Te has fijado los mensajes que nos dan estas frases sueltas de canciones??
La canción no tiene que ser de amor o desamor. Puede ser de cualquier tipo. Justo ahora estaban poniendo en la radio del coche una que decía: «debo sobreviiiiirr…”. Me quedé enganchada en la frase, cuando me doy cuenta y digo: “¿!!!pero qué estoy cantaaaando!!!? Nada de sobrevivir, a vivir plena y lo más consciente posible.
A partir de ahora fíjate en lo que tarareas, no sea que de pronto estés diciendo alguna cosa que inconscientemente interiorices, sin darte ni cuenta, ni querer hacerlo (por eso lo de inconsciente).
Algunas de las canciones son una apología de la tristeza, la pobreza, la mala suerte, el desamor, la violencia, y tú ahí, “raca” que “raca”, dale que dale, creyendo que estás haciendo algo bueno para ti, que te has puesto música para alegrarte. Y luego resulta, que es como que sube por tu pecho un “nosequé” y una penuria, que vaya, ¡será que hoy tenías que estar triste y ya!
¡Pues no!, son las letras, que algunas dicen barbaridades y si las repites y repites, a base de uso, acabas por creer lo que cantas.
Las canciones son para un rato, para un entretenerse, en el aquí y el ahora. Lo que pretendo hacerte entender es que cuando cantes, hables, leas o escribas, te fijes en lo que transmite eso que dices.
Aquí te comparto una canción que loa el bienestar y la felicidad, que te transporta y llena de gozo. Además invita a bailar. Es la canción oficial del taller «Quiero Paz» de Paz Calap.
Y una canción folclórica, amena, alegre, del grupo «Fuxan os ventos»
Canción: “A sementeira” de Fuxan os ventos
Abrazos de corazón
Mirena