La belleza

"Embellece tu vida con pensamientos y con palabras. Trata tú mismo de descubrir cuáles han de ser los pensamientos que te embellezcan la vista y que, al convertirse en palabras, ofrezcan esta belleza a otro". Noel Clarasó

La belleza es efímera, pasajera, transitoria y mentirosa al mismo tiempo.

Lo que para uno es bello y hermoso, para su vecino resulta el más feo de los esperpentos.

La belleza es guardiana de los miedos del ego, tramposa a la hora de comprender cualquier juego.

La belleza es la vida y belleza también esconde la muerte, transición de este cuerpo.

La belleza da risa, la belleza da miedo, la belleza nos llena de alegrías o duelos.

Se nos marcan los años en las sienes y el pelo, se nos marca la vida en el vientre y en los juegos.

La belleza te enfunda de colonias y ropas, de máscaras y cosas, que en realidad poco importan.

La belleza es efímera, pasajera, transitoria y un poco mentirosa.

Algunas personas no saben que la belleza del cuerpo, no se halla en la perfección, sino en el surco que cada arruga de sabiduría va dejando en ti la vida.

Se nos caen los pechos, se pueblan de blanco las sienes, se llenan de manchas y pecas los cuerpos.

El alma va acumulando tristezas, rabias, carencias, miedos y desengaños, que parece que la hacen más «fea», sin embargo, no es más hermosa aquella que menos defectos tiene a los ojos de los otros, sino la que se acepta, sin importar la mirada ajena.

La belleza es efímera, como el viento del Norte, que llega y enfría y luego desaparece.

La belleza es todo y nada al mismo tiempo.

Se halla en las piedras del camino, en la luna que alumbra tu noche y en las palabras de un cuento.

Encuentro belleza cada vez que te miro, cada vez que te acercas, cada vez que suspiro por uno de tus sabrosos besos.

La belleza es sentirte a mi lado en verano, en otoño, en primavera y en invierno. Transitar juntos cada paso, cada reto, cada risa, cada aliento.

La belleza es sentirme a mi lado en verano, en otoño, en primavera y en invierno. Reconocer que soy el mayor de los regalos, el mayor de los premios que ha llegado para quedarse conmigo y viajar a mi vera.

La belleza es la espera emocionada a que digan cuál es la puerta de embarque para tu vuelo a Reykjavik y dar un brinco de alegría cuando la pantalla anuncia que será en la número 15. Se agolpan de pronto todas las veces que pensaste en este momento de subir al avión, los ratos que invertiste preparando las maletas y viendo imágenes de los sitios que quieres visitar cuando estés sentada en el 4X4 que has alquilado para recorrer Islandia con tu familia.

La belleza la encuentras detrás de la flor que nace en el adoquín de una acera, en los ojos de un niño que mira con amor a su mamá, en la libreta del que anota cada sentimiento, en la linterna que alumbra las noche de luna nueva, en las llanuras y en las montañas, en los valles y en la praderas, en tu cuerpo y en tu mente, en tu alma, en tu esencia.

En cualquiera de estas partes está presente la belleza.

Belleza es amanecer por la mañana con la sonrisa puesta y que siga presente a la hora de ir a recogerte en la noche, cuando la luna despierta.

Aparece en cada latido del bebé que albergas en tus entrañas, en cada uno de los suspiros que emanan de ese pecho enamorado de la criatura que te habita, en cada uno de los centímetros que agrandan tu panza, cuando te encuentras es este estado de preñez y «buenaesperanza».

La irradian los bebés, al observar la teta de su mamá, cosa bella donde las haya, un pecho henchido de alimento, preñado de vida, envuelto en la luz que el niño necesita, para vivir, para sentir la protección y el amor.

Belleza es soñar en un mundo mejor, más armónico y ameno, más ligero y libre, más coherente y sincero.

Es abrazar las flores, las estrellas de la noche, la luna en sus cuartos (creciente y menguante) y en sus plenos (llena o nueva).

Es acariciar el terciopelo de una cara enamorada y la redondez de un vientre gestante.

Es emocionarte con una canción y bailar al son de las notas que nacen del corazón de la música.

Bella y Bestia se enamoraron, porque la belleza se encuentra en las distancias, en los opuestos, en la diferencia, en lo distinto, en cada latido descompasado, en cada raza diferente, en la gama entera de los colores, que comprenden del negro al blanco y del blanco al negro, en todos los espacios del planeta y en todos los planetas del espacio.

Belleza es ver un vídeo en las redes sociales, de un tema que te interesa y pensar… «ais, pues me gusta a mí como habla esta mujer, voy a ver si consigo averiguar su contacto y le pregunto si quiere participar en una de mis charlas»… y resulta que cuando contactas con ella, además de decirte que sí, resulta que ya la conocías de antes, que era la hija de tu profesora de teatro y que sois del mismo pueblo.

Belleza es enjugarte las lágrimas con el pañuelo que te ofrece una amiga y apoyar tu dolor en el hombro de un hermano, para que el tránsito por esa situación compleja ofrezca unos sonidos más armónicos y unos acordes más coloridos.

Belleza es mirarte al espejo y dar las gracias por la fortuna que te abastece con lo que en cada momento precisas para hacerte más grande, más pequeña, más alta, más baja, más efímera, más brillante, más de aquí y más de allá.

Belleza es saber que tú estarás al otro lado de estas palabras, acogiendo con cariño lo que de mí nazca.

Belleza en ti.

Belleza en mí.

Aquí comparto un vídeo en el que hablo con Laura Machi, experta en imagen, sobre cómo encontrarse mejor con uno mismo. Si te apetece puedes dejar algún comentario en el vídeo o suscribirte al canal. Si quieres entrar en mi canal puedes pinchar aquí:  Con las Manos de Mirena

Laura Machi es asesora de imagen.

Abrazos de corazón

María José Malleiro Zorzano

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