Escribe notas alegres

"La alegría es lo que nos sucede cuando nos permitimos reconocer cuán buenas son realmente las cosas". Marianne Williamson

Supongo que, como todos los seres humanos, alguna vez has tenido un día gris, con ese tono negruzco que no hay quién recomponga.

Un día de esos en los que te preguntas por qué te has levantado de la cama, con lo bien que se está debajo de la ropa, al calorcito y en la seguridad de tu casa.

Un día en el que no paras de decirle al reloj que marca las horas… que vaya más rápido, que acelere, que tú lo que quieres es que se acabe cuanto antes.

¿Qué ocurriría si de pronto tu vida fuese más amena y divertida?

¿Qué pasaría si te enviaras mensajes positivos a ti?

¿Qué sucedería si de repente apareciese un mensaje que te hiciera replantearte tu momento presente?

¿Qué te parecería disponer en tu registro interno de unas frases o palabras, que al acudir a tu mente, sintieras calma y sosiego en los momentos más duros?

Porque, seamos realistas, la vida no es un camino cubierto de olorosas rosas sin espinas.

Sí, la vida es preciosa y hay infinitud de maravillosas rosas, sobre todo si nos paramos a verlas y observarlas desde el corazón.

Aunque esas rosas tienen pinchos, y es dolorosa la punzada cuando se clava en la piel. Sangra la herida e incluso a veces se puede infectar, precisando de amor y cuidados para superar ese trauma.

Hoy te propongo que guardes en tu memoria, en una libreta pequeña, en un archivo de tu ordenador, en una hoja pegada en la pared de tu oficina, salón, baño, habitación,… donde tú quieras, una lista de frases y palabras agradables, a las que puedas acudir, cuando ya no puedas más, cuando te duela la vida, cuando no quieras seguir, cuando todo parezca mentira y las verdades estén cargadas de dolor.

Haré tres propuestas diferentes, puedes realizar una, dos o ninguna. Como en todo: tú decides.

Primera propuesta:
1-Escribe notas cortas, alegres, positivas y alentadoras, en un trozo de papel o en un pedacito de cartulina pequeño. En cada papelito ha de ir una sola frase.

2-Dobla esos mensajes varias veces, hasta que quede de un tamaño chiquitín.

3-Repártelas por casa, colócalas en los cajones de la ropa, en los bolsillos de los abrigos y chaquetones, en el cajón de los cubiertos, en tu mesilla de noche, en donde guardas las cosas de la playa o de la nieve, en la caja de los juguetes de tus hijos o de los deportes que practiques. Ponlas sutilmente donde guardes los aperos del jardín o las herramientas de tu trabajo. Estoy segura de que hallarás los lugares adecuados.

4-Procura que queden un poco escondidas, para que no las veas a las primeras de cambio. Se trata de que te olvides de que las has dejado ahí y, que un día, de pronto, introduzcas la mano en el bolsillo y ¡aparezca!

5-Sé abundante a la hora de realizar las frases. Cuantas más repartas por tu casa y tus ropas, más sorpresas buenas te vas a llevar, y seguro que algunas veces te sacarán un sonrisa o te levantarán un poco el ánimo.

Prueba a hacerlo. Para ti y los tuyos. No pierdes nada. Invertirás poco tiempo y lo pasarás bien en el proceso.

Si tienes hijos puedes involucrarlos en la confección de las frases en los papeles, se lo pasarán pipa creándolos y cuando se encuentren un papel, se emocionarán un montón.

¿Si te atrevieras a escribirlas, qué frases usarías?

Te pongo a continuación frases que uso yo, por si quieres utilizar alguna:

-Lo estás haciendo bien.
-Eres fantástica, todo saldrá bien.
-Cada día un poco, pronto lograrás tus objetivos.
-La magia y el brillo están en tu interior.
-Gracias por ser quien eres.
-La vida es maravillosa, a pesar de las dificultades.
-Sé benevolente contigo, perdona tus errores.
-Hoy te cuidarás mucho, descansa si lo necesitas.
-La felicidad está en los pequeños actos cotidianos.
-Todo está bien.
-Explora el mundo y conoce nuevos rincones, atrévete a ser feliz.
-Eres un ser humano maravilloso.

Estos son sólo un ejemplo de las frases que se me han ocurrido a mí.

Ahora te toca a ti.

Segunda propuesta:

1-Selecciona varias de las frases que has usado para la propuesta anterior y escríbelas en un folio.

2-Pon esa hoja, con las frases alegres, en un lugar que puedas ver de manera fácil y cómoda. Se trata de que lo veas todos los días varias veces. Puedes colocarlo en la puerta del armario de tu ropa, como te vistes todos los días, lo verás asiduamente. También puedes colocarlo en tu cartera y abrirlo cuando te acuerdes. Otro lugar posible es en la puerta del frigorífico. Quizá en la mesa donde tengas el ordenador. Al lado del espejo del baño. Puedes hacer fotocopias a estas frases y colocar las hojas entre los libros que usas para estudiar o usarlo como marcapáginas.

3-Repite cada día algunas de esas frases. Cuando las dices una y otra vez, tu mente deja de pensar durante ese ratito en el que las lees, en todas las cosas negativas que le gusta pensar y rumiar.

Aquí te dejo más frases alentadoras, para que tengas más recursos y para que puedan servirte de ejemplo. Confecciona tú las que mejor se adapten a tus circunstancias vitales:

-Ánimo, venga, que tú puedes lograrlo.

-El mundo se pone a tus pies para que logres todo lo bueno que te propones.

-Mereces todo lo bueno que puedas imaginar.

-Comparte con los demás, cuando das, la vida te trae todo lo bueno.

-Todo va a salir bien, confía en ti, eres un milagro.

-Siente gratitud, agradece porque estás viva.

-Saborea la vida, ríe, goza, avanza.

-Mereces sentirte saludable en cuerpo, emociones, mente y espíritu.

Tercera propuesta:

1-Escribe palabras alegres, positivas y alentadoras, en un trozo de papel pequeño. Una única palabra en cada papel.

2-Se trata de ser muy breve. Que una palabra o una expresión muy corta, contenga un significado que a ti te traiga bienestar.

3-Pon esas palabras en un lugar que puedas ver de manera fácil. Se trata de que lo veas todos los días varias veces. Puedes colocarlos en la puerta de tu armario, en tu cartera, en la guantera del coche, en una esquina de tu ordenador, en la funda de tu tablet o teléfono, en tu mesilla de noche, … un pequeño papel que tenga escrita una sola palabra o un par de palabras, con algo que a ti te tranquilice, te haga sentir bien, te eleve el ánimo. Deja volar tu imaginación.

4-Busca y encuentra lugares escondidos donde colocar estas palabras sueltas. Lugares que no recuerdes, como el fondo de un armario, la puerta de un armario, los cajones donde guardas la ropa interior o la ropa de cama, la cartera, los cajones del baño,… ahí donde menos lo esperas, más bien te harán estas palabras.

Te pongo a continuación palabras que uso yo, por si quieres utilizar alguna:

-Gracias
-Corazón
-Tú puedes
-Valiente
-Amor
-Eres Vida
-Bravo
-Claro que sí
-Te quiero
-Adelante

También puedes escribir estas frases o palabras en una carpeta de tu ordenador y acudir a ellas cuando lo precises.

Se trata de que las veas varias veces al día. De dejar que la vida te sorprenda cuando vayas a sacar la ropa del armario y veas esa palabra o pequeña frase alentadora. De ponerte un abrigo que hacía tiempo que no usabas y ahí, dentro de su bolsillo, encontrarte algo que te eleva el ánimo.

Son actos sencillos que pueden ayudarte a llevar una vida más amena y alegre, sin invertir mucho tiempo y de manera gratuita, pues no cuestan dinero.

La vida hemos de ponérnosla fácil, porque bastantes complejidades tiene ella ya sin que nosotros hagamos nada. Por eso te comparto estos pequeños truquillos que uso yo en mi día a día, si alguno te sirve, eres libre de quedártelo, te los regalo de corazón.

Comparto aquí una meditación con afirmaciones. Escúchala durante varios días si te hace sentir bien.

Si te apetece puedes dejar algún comentario en el vídeo o suscribirte al canal. Si quieres entrar en mi canal puedes pinchar aquí:  Con las Manos de Mirena

Abrazos desde mi parte más amorosa.

María José Malleiro Zorzano (MIA)

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